Este año, mi mujer y yo, decidimos viajar a Jordania, aunque la situación entre Palestinos y Judíos estaba muy revuelta. Parece mentira que un pueblo como el Judío, habiendo pasado un holocausto como el que pasó con los nazis, ahora se porte con los Palestinos como lo está haciendo, pero esto es otro tema que podremos tratar en otra ocasión.
La primera parada en nuestro viaje por Jordania fue el Monte Nebo. La historia Bíblica dice, que negada a Moisés la entrada en la tierra prometida, vio la tierra de Canaán antes de morir desde este monte. Situado al noroeste del Mar Muerto, en días claros y despejados se puede ver Jerusalén.según subes, un monolito tallado en piedra, te indica el jubileo del año 2000. Un poco más arriba una carpa donde se pueden ver los restos de unos mosaicos de la iglesia bizantina que se construyó en el siglo VI y donde, en el siglo XX, los Franciscanos reedificaron una iglesia. |
El principal interés de este sitio, como turista, son las espectaculares vistas de lo alto del monte y el poder admirar el mosaico realizado con diminutos trozos de piedras de distintos colores. Es una pena que solo le enseñen al turista dos trozos del mosaico, el resto debe de estar guardado sol para el Papa, de todas las formas para muestra vale un botón, y este botón merece la pena.
Después del Monte Nebo y estando como estábamos en la zona de los mosaicos, nos llevaron a una fábrica donde se hacen y se venden. Es interesante y llamativo ver como, piedra a piedra, se conforma el dibujo hasta obtener un «cuadro» digno del mejor salón, pura artesanía.
La siguiente parada del viaje, muy cerca del Monte Nebo, nos llevaron a la Iglesia del Mapa, en Madaba. Es una parte del mosaico que cubre el suelo de la iglesia bizantina de San Jorge. El mapa es la representación cartográfica más antigua de Jerusalén y de Tierra Santa que se conserva. Data del siglo VI de nuestra era. El mapa está dividido en dos partes y a pesar de estar bastante deteriorado, se ven detalles de las iglesias de Jerusalén, por ejemplo. En su día constaba de más de un millón de teselas.
¿Se imaginan montar un puzle tan grande?
Una de las cosas que más me gusta de los viajes, es pasear por las calles de los pueblos y ciudades que visitamos. En excursiones programadas es más difícil, pero siempre se puede intentar.
Para terminar el primer días de viaje nos acercamos a La Pequeña Petra, la gran olvidada, pero sin duda alguna tan importante, llamativa, exótica y bella como la misma Petra. La diferencia fundamental es que Petra es un cementerio, muy grande, y La pequeña Petra es, o era, una especie de ciudad, o mejor dicho un Caravasar. Las caravanas de camellos descansaban en su interior y comerciaban con las mercancías que transportaban. La Pequeña Petra merece por si sola un artículo y cientos de fotografías, pero para seguir un orden lógico lo incluiré aquí, en el primer día. |
A la llegada a su siq, Siq Al-Barid, su traducción sería cañón frío, nos encontramos con una jaima típica y una explanada con un primer edificio tallado en la pared, a la derecha, se trata de una puerta ciega, donde las caravanas debían de parar, dejar los camellos y pagar la tasa de entrada a la ciudad. El cañón es mucho más corto y más estrecho que el de Petra, enseguida se llega a la explanada donde se empiezan a ver las primeras construcciones talladas en la piedra. Una belleza que no podemos dejar de ver en Jordania.
Al fondo de la ciudad hay una subida con escaleras, es complicada y está en mal estado, no importa, subid hasta arriba donde os esperan dos puestos con te agua y los típicos recuerdos. En el segundo de los puestos tendréis unas vista espectaculares de las montañas que rodean Petra y la Pequeña Petra. No os lo perdáis.
Y para acabar este intenso día, nada mejor que fumarse una narguile
Si queréis ver más fotos de este viaje pinchad aquí
En la próxima entrega hablaremos de nuestro día completo en Petra. |
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.